Ambiente > Cuenca Matanza Riachuelo

La Cuenca Matanza Riachuelo abarca la jurisdicción Nacional, de la Ciudad de Buenos Aires y de la Provincia de Buenos Aires (catorce municipios). En la Cuenca viven aproximadamente 5.800.000 millones de personas (15% de la población de la República Argentina)y da cuenta de una alta densidad poblacional en una pequeña parte del territorio nacional, lo cual significa un severo impacto sobre el ambiente.

En la Cuenca Baja (compuesta por Ciudad de Buenos Aires, Avellaneda, Lanús y Lomas de Zamora) cerca de un millón de habitantes está en situación de riesgo directo por respirar aire contaminado, por padecer trastornos gástricos, pulmonares y dermatológicos, además de carecer de cloacas o agua potable, y/o por falta de recolección domiciliaria de residuos. Estos barrios no cuentan con servicios públicos básicos como agua, cloacas, luz, y gran parte de ellos se hallan en sitios altamente contaminados y carecen de condiciones habitacionales mínimas. Algunos están directamente asentados sobre basurales clandestinos a cielo abierto. Estos barrios tampoco cuentan con un sistema de recolección de residuos 

El Fallo Mendoza del 8 de julio de 2008 ha significado un antes y un después para la situación del Riachuelo, se dictó un fallo histórico donde se determinó quiénes serían los responsables de llevar adelante las acciones y obras de saneamiento ambiental. La creación de la Autoridad de la Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR), es el organismo desde el punto de vista institucional para gestionar un curso de agua compartido por varias jurisdicciones y que además cuenta con las facultades legales para hacer cumplir el propósito de llevar adelante un plan de saneamiento con las complejidades y características del Riachuelo. Se destaca también el trazado del camino de sirga que se encontraba totalmente ocupado y que impedía el acceso, el control y las acciones de saneamiento del Rio. El inicio de las obras de infraestructura cloacal, que resultan de fundamental importancia para avanzar en el control de una de las principales fuentes de contaminación del Rio.

En resumidas cuentas, la CMR es una deuda aún pendiente, pero se ha avanzado. Hay que seguir trabajando conjuntamente con todos los actores sociales la participación ciudadana, información ambiental y el compromiso social de toda la comunidad.